martes, 1 de febrero de 2011

La alegria de vivir


Me vengo recuperando de otra infección por alergia a causa de picaduras de chinches. Hace un tiempo pensábamos que la causa de esos brotes en mi piel era la intoxicación por mayonesa, pero no, cuando fui a casa de mi amigo José y amanecí al otro día con un picor espantoso él me lo hizo saber. Su habitación estaba infestada de chinches. Desde allí se me cagó todo, los animos se me fueron al suelo, y de hehco no disfrute casi nada de la estancia en su casa. Todo el día me andaba rascando, el picor era insoportable, de hecho aun no se quita del todo.

No entiendo cómo a él no le habían picado o cómo se habría acostumbrado a dormir ahí, en fin, creo que no volveré a su casa luego de buen tiempo…el se amargó cuando hoy me llamó para decirme que fuera a su casa de nuevo para ir a una piscina que habían abierto cerca, que de hecho teníamos pensado ir el domingo, si no fuera por mis picaduras; le dije que no quería correr riesgos y que el domingo la había pasado muy mal en casa. No me dijo nada exactamente, pero pude sentir su enojo, a partir de ahí se mostró cortante y luego ya nos despedimos. No sé cuando vuelva a ir, pero definitivamente no será hasta que haya desinfectado todo por completo.

El domingo fue un día totalmente perdido para mí, luego de ver algunos capítulos de los Simpsons en la computadora de José, que apenas disfruté, me vino a recoger un tío mío en el carro de mi abuelo, junto con mi tía Rosa, mi abuelo, mi madre y mi tía Rocío. Habían ido a la casa de SJL para arreglar ciertos asuntos con nuestra antigua empleada, que ahora está viviendo en aquella casa hasta que se venda. Acordaron que ella pagaría todos los gastos de la casa. Cuando subí volvimos a casa de nuevo, pues habían olvidado cierto asunto, el lugar estaba muy cambiado, más áreas verdes…había un Plaza Vea, una peluquería al lado de nuestra casa, un farmacia al otro costado, una pollería ne una esquina…el lugar se está volviendo bastante comercial. Luego fuimos camino a la casa de La Molina, no hicimos mucho allí, todo está igual en esa casa, excepto que más sucia. Ya después volvimos a casa.

Cómo la vez pasada al llegar a casa me empezó a subir la temperatura, doler la cabeza y sentir nauseas, tengo una especial sensibilidad de reacción a los químicos que me inocula ese bicho, siempre reacciono severamente con unos síntomas horribles…Ya luego entre dolores de cabeza, que casi me llevaban al delirio, y picazones espantosas que hacían que al rascarme mi piel se tornara más roja, me quedé dormido.

Al día siguiente estuve toda la mañana en casa viendo televisión, la picazón no había cesado del todo. Era especialmente insoportable tener que rozar alguna tela, frasada o algo…Pero lo bueno es que la fiebre ya había pasado. Bien temprano mi madre, me dio un par de pastillas que me mantuvieron “bien”, durante el día. Luego que me sentí un poco mejor, me puse a pintar y a dibujar, terminé una pintura que había avanzado otro día y empecé y afortunadamente terminé otra más. Me mantuve así hasta casi a las seis y media de la tarde, pintando mientras escuchaba música, luego me dormí, hasta que me despertaron a eso de las ocho para decirme que mi madre había llegado muy mal del trabajo. Cuando bajé a verla estaba en la sala, recostada en el sillón y pedía por favor a mi tía Rocío, le llevara a la clínica, rápidamente se fueron en el carro de mi abuelo mi tío, tía, y mi mamá. Todo el ambiente era de angustia, de verdad pude ver la palidez en el rostro de mi mamá cuando me habló…me asusté bastante.

Luego de más o menos hora y media, escuchamos el carro y vimos a mi tía y madre entrar a la casa. A mi madre la vi mejor, la habían atendido en emergencia menos mal, me contó que le pusieron una ampolla, y le mandaron unas medicinas. Mi madre nos empezó a contar lo que sentía, pues no había dicho nada desde que había llegado. Ella había empezado a sentir cosas…”raras” hace ya buen tiempo, especialmente veía que algunas “pelotas” se le formaban en algunas partes del rostro, primero por las mejillas, luego por encima de los ojos, en la frente, a veces aparecían, luego de un rato bajaban…hasta incluso desaparecían. Según ella, lo que le asustó un día es que una de esos bultos que le había aparecido, estaba en la frente, un día cuando estuvo descansando, y despertó vio cómo ese bulto había crecido tanto que le aplastaba el ojo y hasta parecía que no podía moverlo. En otra ocasión nos contó que se asustó, cuando igual acostada, empezó a sentir que la mitad izquierda de su rostro no le respondía, cómo una especie de calambre, al igual que su pierna, y aunque se rascara y pellizcase no lograba sentir nada.
Y lo que había sucedido esta vez es que en el carro le volvieron esos síntomas, ella temía por que le pasase algo en el mismo bus.

Aquel trabajo en el Spa, la está acabando…ella no quiere dejarlo porque teme por nosotros, pero ¡Debe hacerlo! Si sigue en aquel trabajo, en el cual la explotan tanto, se acabará muriendo. Temo por ella…temo por lo que podría sucederle a Mario sin ella. Mi padre ya nos dijo que no nos apoyará más, ¡Le mete a putos cursos de MIERDA a Mario que no le sirve de nada! Pero ¿Por qué mejor no nos da ese dinero a nosotros, para ahorrarlo? Nos manda la peor porquería más barato del supermercado, ¡Que nos deje de comprar webadas y nos de el dinero mejor!

Desde el día que peleamos no hemos vuelto a hablar, y el día que fui a casa de José lo vi y me pregunto donde iba, pero no le conteste y me mostré cortante en todo momento. Desde aquel día…que le escuche decir esas cosas terribles, murió para mí.

Hoy mi madre se supone debió presentar ya su carta de renuncia a la empresa. Quisiera que se salga ya.

No he “vivido” mucho en este par de días, más que esas cosas que no valen la pena recordar. No sé nada de mi novia, ya ni le envié nada...ni hemos vuelto hablar desde aquel viernes. Nos andamos frustrando, yo me frustro…siento que espera mucho más de mí, pero yo no sé dárselo. Las cosas con las cuales soñamos...el destino, el tiempo, o la mierda que sea…siempre se encarga de cagar todo lo que intentamos.
¿Cómo puedo hacer…? ¿Qué debo decir? ¿En qué quedamos…? ¿Cómo se supone que debo ser? Siempre, siempre deseo cambiar, y ahora más que nunca…DEBO hacerlo…pero me jode…y le temo al tiempo que deba de necesitar para conseguirlo.

…Ojalá existiera un manual de la vida, y así fácilmente pudiera lidiar con todo…

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