domingo, 12 de septiembre de 2010

Días con la chica cocodrilo II

El miércoles nos encontramos igualmente en la Plaza de Barranco, ella se tardó un tanto, en lo que la esperaba ví…ciertas cosas extrañas cómo por ejemplo un tipo viejo que corría en paños menores por la plaza balbuceando cosas que no entendía, también vi a un tipo con un perro que aparentemente se “burló” de mí o me sonreía de manera extraña, vi también más tipos hippies a lo lejos de la plaza. Cómo Lorena no llegaba decidí dar vueltas por la plaza y checar, no vi demasiado, había poca gente, algunos sentados en bancas leyendo periódico, había una chica encima de una especie de gradas en otro lugar y un grupo de viejos hablando reunidos en cierta banca. Al cabo de un rato Lorena llegó, disculpándose, me dijo que debíamos ir hasta la oficina de GEA para que nos recoja su hermano. Fuimos caminando, también hablábamos de los planes de aquel día, de que teníamos que terminar ese miércoles sí o sí. En lo que caminábamos de repente ella se detuvo y empezó a arrancar unos afiches del circo de “La Tarumba”, lo hacía porque aquel empezó a usar caballos para sus espectáculo cosa que realmente nos jode en demasía, así que también le “ayudé” a quitar algunos, me contaba que hace poco también lo había hecho y que sentía roche jaja, la gente la miraba raro y preguntaba, pero ella lo hacía por ellos, por los animales, y me pareció paja su iniciativa , pues aunque uno no logre cambiar todo por lo menos ayuda haciendo pequeñas cosas.

Llegamos a las oficinas, todo era muy formal allí dentro, una secretaria muy bien vestida estaba en el vestíbulo, los señores que pasaban por allí también se veían todos formales. Lorena me hizo hablar con la secretaria, ésta me explicó algunos puntos sobre los proyectos de GEA. Al cabo de un rato llego Ernesto, su hermano. Era un tipo algo llenito, con barba, bastante blanco. Al llegar Lorena nos presentó y nos saludamos. Luego lo esperamos un rato en el jardín, ella leía un libro sobre filosofía y yo escuchaba música. En cierto momento le pasé los audífonos para que escuchara una canción de “Los Holys” la de “High Chaparral” que era una que ella solí silbar cuando trabajábamos en el mural, me he dado cuenta que ella gusta mucho de silbar, lo hace bastante seguido. Le causó gracia reconocer la canción y sonrió.

Luego bajo su hermano y subimos todos a la camioneta, condujo un amigo de su hermano, que no conocía Lorena, de hecho. Su hermano y el conductor fueron a delante, ella y yo atrás. A partir de allí el viaje estuvo normal, nos mantuvimos escuchando la radio todo el rato, era un programa en el cual hablaban sobre si la estatura del hombre influencia en los sentimientos que pueda tener una mujer por él, decían en verdad cosas que me causaban mucha gracia. Hice algunos apuntes mientras viajaba en el carro, dibujos de ciertas cosas que veía en el viaje. Llegamos hasta una gasolinera, Lorena y su hermano bajaron, compraron Pringles, galletas y a mí me invitaron un Free Tea. Hacía años que no comía Pringles le comenté a ella.

Apenas llegamos a la iglesia nos pusimos a trabajar, en ésta ocasión tratamos de trabajar a toda velocidad. Entre lo que trabajamos ella me conversó del chico que había hecho el mural de Santa Rosa, el chico aquel era su ex, ella me contó que nunca antes en su vida había estado con alguien que le caía mal, pues el chico realmente le caía mal y decía estupideces según ella, y ella sólo reía por corresponder, pero por nada más y así en un momento ella le dijo que no podría seguir engañándolo y terminaron.

Cuando Lorena estuvo haciendo ciertas nubes entre la Santa Rosa, me di cuenta que borró la firma del chico ese, cuando ella se percató de ello los dos partimos en carcajadas, ella me dijo “Noo, pero no iba a dejar un cuadradito sólo para su nombre pues” y yo en broma le dije “Yaa, sí, pues te creo”, jaja fue muy gracioso eso.

Siempre es motivo de conversación sus deseos de viajar a Cuzco y estudiar allá, sus deseos de alejarse de la capital un buen tiempo, sus deseos de vida bohemia que ella desearía tener, muchas cosas que ellas aspira también son las mías, me gustaría tener la decisión y libertad de esa chica, le tengo una sana envidia.

En cierto momento le pregunte si se había dado cuenta de que yo no podía pronunciar la erre y ella me dijo “Ah, si, si me di cuenta”, me lo dijo todo normal, y de ahí en broma me dijo que pronunciara ferrocarril, yo intenté hacer el trabalenguas completo y cuando terminé me dijo “Oye ¿Exageraste no?” y yo jajaja le dije “ Pucha ¿En serio? Ala no seas mala”, fue una situación bastante graciosa.

En cierto momento mientras ella silbaba empecé a querer y imitarla, ella me decí que le daba roche silbar a dueto jaja, ella silbaba ciertas canciones de The Beatles, otras veces unas canciones de salsa. AL principio me daba un tanto de roche hacerlo, luego empecé a ganar confianza. De pronto le pregunté si ella cantaba y me dijo que las únicas veces que canto en público fue un desastre jaja. Y así de la nada me atreví a cantar “Let it be” de The Beatles, quitándome el roche, ella me dijo “¡Ala!, lo bueno es que sabes cantar en ingles, yo no puedo”, cómo le había dicho que la gente decía que mi voz era una mierda ella me dijo “Oye si alguien te ha dicho que tienes mala voz, te ha mentido” yo lo tomé cómo un cumplido y simplemente le dije “Ya, ya gracias, miénteme”, yo sé que mi voz es una mierda ja, pero me gustó el simple hecho de que tratara de hacer sentirme bien, nunca nadie me había dicho que le gustaba mi voz, luego cómo jodiendo yo le dije que sus silbidos me relajaban.

EN el almuerzo me fue muy bien con su hermano, el me contaba las cosas que hacía GEA, cómo nació la fundación, sus miras, sus propósitos y futuros proyecto. Vi interesante el hecho de que se preocuparan por las personas que tiene menos oportunidades de sobresalir, que les proporcionen medios para que puedan superarse, que mediante proyectos cómo éstos el autoestima colectivo pueda elevarse y que sienten que verdaderamente importan.

Cuando terminamos por fin ya bastante tarde, nos quedamos un toque a tomar lonche en la tienda. La movilidad ésta vez iba a salir tarde. Ya se había hecho bastante oscuro, y llegaron unos tipos en un carro, también creo eran de GEA. Un tipo bastante simpático llegó a la parroquia y me felicitó por el trabajo, y bromeo con que faltaban el perro, el gato y el ratón, yo lo tomé con gracia. De pronto Lorena y yo nos sentamos en una pequeña pendiente, me dijo que estaba algo deprimida, y yo le dije que de hecho también yo, y es que era porque dejábamos el lugar, porque era de noche, también sentía esa depresión de que algo se acababa, creo más aún yo que difícilmente vuelva al lugar.

Yo le pregunté a ella –Entonces Lorena…¿Misión cumplida?- y ella me dijo –Sí, creo que sí. Misión cumplida- al final realmente logramos dejar el San Martín bastante aceptable para la fiesta del fin de semana. Un amigo de su hermano nos invitó cigarros Hamilton a todos, ya hacía tiempo que no fumaba nada, y sentí algo extraño retomarlo.
Afuera de la tienda empezamos a darle de comer a los perros con unos panes que ella tenía en la bolsa, habían cómo cinco perros a nuestro alrededor. Era bien graciosa la escena, jaja, dos tipos fumones alimentando a cinco perritos. Cuando estuvimos sentados en una roca ella me enseñó un “técnica” para enrollar las envolturas de las golosinas que compremos, cómo habíamos comprado unos Doritos, lo hicimos con esas bolsas, en aquel momento me sentía muy relajado, la oscuridad, el viento, la lejana iluminación, el ambiente alegre de los otros chicos. Cuando me alejé de Lorena me puse a pensar…me sentía cómo un extraño y realmente me pregunte si las cosas deberían ser cómo estaban sucediendo.

Al cabo de una hora aproximadamente llegó la camioneta, y subimos todos apretujados en ella, un tipo, Lorena y yo atrás. Su hermano conduciendo, y otro tipo también adelante. Lorena que estaba a mi costado se quedó dormida rápidamente, yo también estaba muy agotado…de repente estaba en una camioneta, con una chica que había conocido hace algunas semanas y con la cual me había ganado bastante confianza y con tres chicos que hacían bromas y chongo en el camino y en el medio estaba yo…en aquel entonces…me quedé anonadado, en cierto momento realmente me puse a dudar si lo que me sucedía realmente estaba pasando, a pesar de que no me iba de puta madre, estaba en un ambiente que no he estado desde hace muchísimo tiempo, era una sensación extraña, y nuevamente una parte de mí se aferraba a mi depresiva monotonía, y a volver a mi agujero, pero no había marcha atrás, estaba allí, allí, y aunque jamás en mi vida se vuelva a repetir la experiencia, lo viví…

Los chicos me dejaron en el metropolitano, desde allí volví a casa.

Estas últimas semanas han sido extrañas, muy extrañas…de pronto acepté una propuesta y toda mi vida dio un vuelco de trescientos sesenta grados, de pronto, de un día para otro todo cambió. Todo. Por un segundo al menos…sentí lo que era vivir, o al menos lo que se sentía vivir. Por primera vez sentí de nuevo que podía conseguir amistades. En cierto instante realmente me sentí capaz de decir las cosas sin vergüenza, de no tener miedo… La vida me ha absorbido tanto…que no he tenido tiempo ni para estar en mi habitación, excepto para dormir.

No sé que ocurra de aquí en adelante…espero…que las cosas vayan bien…










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