domingo, 1 de agosto de 2010

Letras...


(Prometo subirla en mejor calidad)

Aquellas son como piezas, piezas de un rompecabezas. Dispuestas y entregadas a formar algo que ellas desconocen. Así, esperando ser cuidadosamente acopladas para poder sentir...lo que se siente decir algo. Dispersas, cómo las estrellas en un cielo transparente, diferentes cómo los colores, confusas cómo la alegría y por sí solas, no parecen ser dueñas de la cordura. Las palabras que forman, se tornan en mareas prestas a apaciguar y así las oraciones, que con ellas se afloran.

Disfrutaba el ahorcarlas y era cuestión de segundos, el no resistir acariciarlas. Bulliciosas, me atormentaban en mi sufrimiento, a murmullos ensalzaban mi gozo. Vivas las quería dentro de mi y así las disfrutaba, pero me inquietaban al suicidarse y trasmutar su existencia en lo que ellas representaban. En mis sueños se me aparecen, me apaciguan y me atormentan, las de Ella…las ajenas… Fieles confidentes son, doradas cajas llenas de recuerdos, desnudas memorias de piel color atardecer, que disfrutaban ser observadas, dialogan con libre albedrío al inusual espectador que se asoma.

Y entre aquellos, siendo yo no juez de mi destino,…alguna vez, la encontré a Ella…entre concurridos sollozos solitarios, entre días que guardaban recuerdos, entre momentos que no nos pertenecían, entre semblantes a cuyas miradas no era sometido, entre ecos que se perdían, entre lágrimas que no se evaporaban, entre sueños…que no encontraban lugar…así, con letras la supe encontrar, y así junto a Ella, las suyas.

Pero, oh, cansadas letras las mías…noctámbulas las quiero ver nacer de mí, vespertinas aún las tolero ver hablar, pues cuando flojas golpean las puertas de mi diurno pensamiento, ya nada me saben decir. Cómo saben marchitar mis ilusiones, cuando antes las alimentaban en mí, a mi corazón sin piedad corroen, cómo el tiempo al más sutil de mi sentir. Letras que pretenden contemplar, y con ellas descifrar el enigma de sus mirada; palabras que pretenden acariciar, y así descubrir el aroma de su palpar; oraciones que pretenden abrazar, y así oír el armonioso concierto de su vida; frases que intentan besar…y así deleitosamente observar cómo se mueren todas las palabras,…a Ella, pero no sólo a sus ojos, no sólo a su piel, no sólo a sus mejillas, ni a su torso, ni a sus labios,…sino a su alma.

Pero…tan desvalidas se dejan apreciar, tan inertes al quererse exteriorizar, tan necesitadas de las suyas convencidas están.
La necesito a Ella…así cómo la más lúgubre de las noches necesita la esperanza de un dorado iluminar, así como el más infernal de los inviernos, a las cálidas ansias de verse morir, así cómo el más atroz de los crímenes a la más severa de las justicias, así cómo la más profunda de las tristezas, a la más risueña de las esperanzas…así a Ella, yo…

A las letras...¡Tantos las han vuelto en fuentes de sabiduría!; ¡Tantos! en inquebrantables leyes; otros muchos en grandes maestros… tantos otros en memorias, y otros han sabido hacerlas majestuosas y sagradas, y yo que las tengo a mi alcance, intento escribir cómo no sé escribir, pues no las encuentro suficientemente bellas, para decirle cuánto la amo….

Exactamente cómo aquellos dos grandes faroles, que adornan el incompleto lienzo celestial y que jamás cruzan miradas, o igual a la inmensidad que adorna los horizontes de nuestros muelles,… así son nuestras letras, pues son lo único que por ahora a nuestros sentidos saben alcanzar.

Ojalá algún día le deje de decir adiós, con la ilusión de nuevamente a sus tan únicas letras leer. A aquel escenario asesinar quisiera con ansias…sólo para ver nacer a una esperanza…
...La esperanza que de Ella pueda despedirme, para el día siguiente en sus pupilas, poder reflejarme…

No hay comentarios:

Publicar un comentario