sábado, 14 de agosto de 2010

Adios Pre- Ensabap

(Escrito hace un par de semanas)

Hay cosas que…ya no están a mi alcance, se me escapan de las manos ya no puedo…ésta es una de ellas. Fui a Bellas Artes, cómo todos los días y simplemente…no soporté más la presión, no soporté más los síntomas…ya no podía controlarlo…era insoportable. Lo único que atiné desesperadamente a hacer fue irme de allí, ni siquiera recogí mi carnet e irse de allí sin avisar es una falta gravísima. Igual…no quería volver nunca más…o por un buen tiempo. Fingí que salía a comprar algunos materiales, el señor de la puerta me interrogó sólo fingí y le dije que llevaba mi mochila porque era muy desconfiado yo. Me dijo que no me demore, a la mierda, no me importó sólo quise salir de allí. Ya no sé…que haré con mi vida, no sé que será de mi. Me da…pena, siento lástima por decepcionar a todos, a mi madre, mi familia, mi novia…talvez nada fue hecho para mí. Siento a veces que no pertenezco aquí, quisiera no existir más y que todo se vaya al olvido, que Juan Manuel simplemente no haya existido nunca, ja…vivir así es cómo nunca haber existido.

No tengo control sobre mi mismo, mi vida es controlada por mis miedos. Todo gira en torno a mis miedos, mis miedos me controlan y difícilmente puedo luchar contra ellos, desde el más ridículo al más terrorífico.

Se me fue Bellas Artes, y con ella una posible amistad. En el poco tiempo que estuve conocí a una chica, sólo llegué a saber su nombre, era Sharon, una chica trigueña, baja, y de cabellos no muy largos, talvez eran un poco más largos que los míos y despeinados. Otra persona que se volvió especial para mi, por el hecho de conocer tan poca gente. Siempre se me acercaba a buscarme conversación, a pesar de que por razones de mi enfermedad casi nunca yo iba a buscarle conversación a nadie. Sólo una vez me atreví a buscarle la conversa y me fue…¿Mal? Me acerqué a su caballete, estuvimos hablando un tanto y no me pude despegar de la conversa, no sabía cortarla…sólo me mantuve parado allí a su lado, me sentía terrible y avergonzado. No sabía cómo decir “Muy bien, seguiré con mi trabajo”. Son pequeños detalles que me…fastidian mucho. Luego de un tiempo de conocerla le conté sobre mi problema, simplemente le dije que sufría de “ansiedad” cómo a todos los que le conté lo que sufría. Recuerdo…uno de nuestros primeros roces. Estábamos escribiendo en una hoja nuestra lista de debilidades y fortalezas, yo había escrito mucho acerca de mis “problemas sociales”, y lo escribía bastante solapa, no quería que nadie viera lo que estaba escribiendo; cuando ella se acercó por detrás y me dijo si le podía dar alguna idea de lo que podía escribir ella, ja, la situación fue graciosa, yo tapé con una mano lo que había escrito acerca de la fobia, y luego la quite poco a poco para no parecer “cagón”, de pronto ella leyó lo que había escrito en voz alta, no tan alta, pero lo suficiente para que ambos lo escuchásemos. Y luego comprendió, y ese gesto fue el que me agradó, me dijo: “No te preocupes…”
Aquello nos "acercó" más. Luego seguimos hablando (de webadas por cierto, pero nos sentíamos tan bien que aquello no importaba) y terminó la clase. Y así otros días yo la buscaba y ella también, aunque ella más que yo, por razones que ya mencioné…me sentia bien cuando me buscaba, incluso para ir a comer en la cafetería o por cosas sin importancia, pero yo veía aquellos gestos cómo importantes para mí.

Algunas veces yo intentaba buscarle algo el habla, para no parecer sobrado y siempre me respondía de muy buena gana. El último roce que tuve con ella fue el miércoles pasado, ella llegó tarde igual que yo, una chica lesbiana del salón y un chico gay con los que yo estaba conversando. Ella llegó por detrás y me saludó y a ellos también, charlamos un poco, le dijimos a ella que no nos dejaban entrar al lonsa, jaja… y ella dijo: “Osea, que he venido por las huevas”. Luego de aquello dijo algo o me lo dijo de cierta forma que fue graciosa, cómo ella tenía hambre y quería comprarse un pan con pollo, me dijo en frente de todos: “Bueno voy a comprar, pero acompáñame tu (yo)” y yo : “¡Ah!, bacán, vamos.” Jaja, cómo lo que dijo ella y mi respuesta, y nuestra salida fue de manera tan rápida, casi desesperada, realmente dio mucha risa la situación. Cuando nos alejábamos de esos dos chicos, escuchamos risas atrás, pero me llegaba, estaba con ella y estaba contento. Luego que compramos, nos regresamos por un pasillo que daba a un salón vacío, ambos nos metimos allí, fue…una cálida conversación, en un momento le mencioné: “¿Alguna vez…te has sentido tan tan…deprimida, hecha mierda, que has dudado de tu vocación, e incluso en los talleres ni tenías ganas de dibujar ni pintar. ¿Alguna vez tanto que querías dejar todo…?” Y ella me dijo algo cómo esto: “Sí…algunas veces, realmente he querido tirar la toalla. Pero…aquí estoy y sigo, no me he dejado”, lo dijo en un modo muy pensativo y profundo, y me dio cierta…envidia, pero a la vez alegría de que ella pudiera seguir superándose, y sana envidia…de no poder tener la fuerza que ella, yo sólo le respondí “Sí…exactamente así es cómo me sentí hace algunos días”, luego de un rato, la profesora nos dejó entrar al salón, yo entré con ella, luego los otros dos chicos. Cómo yo tenía su maletín en donde guardaba sus trabajos, ella me había dicho que por favor se lo cuide, al final de la clase se lo devolví, pues se había sentado alejada de mí ya que no había asientos. Sólo le dije “Hey, disculpa. Este es tuyo ¿No?”, jaja, y ella sonriente sólo dijo “Sí...gracias. Oye…¿Te quedas?” Le dije que no estaba seguro porque no sabía que había practica de creatividad ese día (No había asistido a clases) Luego de aquello estuve con algunos “amigos”, me alejé de ella, aunque ella trataba de buscarme la conversa de nuevo. Hasta que decidí irme y esa fue la última vez que la vi. Ojalá hubiese podido conocer mas a esa chica, Sharon, ja, pocas personas son las que me buscan por lo apático que soy.

Siempre me jode el hecho de perder amistades…siempre los alejo con mi carácter de mierda…no lo sé. Sé que no me debo sentir así, pero siento que perdí otra amiga…en fin…

Todos esos momentos los perdí, y no se volverán a repetir. Posiblemente no vuelva a ver a nadie de allí. Sólo quisiera…simplemente recuperarme. A veces cuando recuerdo estas cosas…me da algo de esperanza…no sé. Quisiera saber qué…será de mí.

1 comentario:

  1. Puedes ir a buscarla. Un día, que sepas que ella tiene clases a tal hora. No tienes que estar justo en la puerta de Bellas. Sería bueno que supiera lo especial que se volvio para ti. Invitala a comer algo o a caminar por allí. Pero antes dile que no eres de muchas palabras... o mejor no, ella ya lo habrá notado. Anda, buscala. Como ellas, no muchas. Apuesto que pasaran un buen rato. Eh, incluso deberías pedirle su correo electrónico o si no quieres que se malinterprete simplemente pasale el link de tu blog, por si no le dijiste nada siquiera lo lea por acá.

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